Se trata de la relación de la expedición de descubrimiento y conquista del imperio mexica capitaneada por Hernán Cortés. La relación comienza con la llegada del autor, el soldado Bernal Díaz del Castillo, a América en la expedición de Pedrarias Dávila.
Aquí se relatan muy detalladamente, a veces pecando de prolijidad, los preparativos para la expedición que comandaría Cortés, incluyendo todas las grillas que le echaron los demás españoles vecinos de Cuba que deseaban hacerse con la capitanía y el negocio que significaba rescatar, es decir, hacer negocios con los indios intercambiando las clásicas cuentas de vidrio por oro. Al final, como todos sabemos, Cortés se queda con la capitanía y viene al continente, donde termina con el poderoso imperio mexica.
Algo muy interesante de esta crónica es conocer la gran capacidad política que tenía Hernán Cortés: con muy fina visión logró conocer la antipatía de los pueblos de la costa hacia sus opresores mexica, además del miedo que inspiraban los mismos españoles, aprovechando inteligentemente estos dos elementos para hacerse de más recursos materiales y humanos para emprender la conquista. De la misma manera se ganó a los tlaxcaltecas, que fueron sus grandes aliados. Esta capacidad política le sirvió para mantener la cohesión en el mismo grupo de españoles, entre los que abundaban las divisiones y las grillas (¿algo que ver con el México actual?), habiendo en el grupo original bastantes opositores a seguirse arriesgando en la conquista y que preferían regresar a Cuba.
Esta capacidad política y de liderazgo se manifestaba también en una férrea disciplina, según Bernal: durante las guerras los soldados no podían descansar sin tener listas sus armas y ni siquiera se podían descalzar. Sin embargo después de la conquista de Tenochtitlan, al parecer perdió piso, emprendiendo una expedición hacia la actual Honduras a donde llevó malabaristas, músicos, cerdos para comer bien en el camino y mujeres. Esto podría ser una causa de lo mal que le fue allá: además de no poder someter a los pueblos indios de aquel rumbo, tampoco pudo hacer frente de forma efectiva a los levantamientos de españoles que se dieron allá, comenzando de esta forma su ocaso.
Como dije al principio, el autor es bastante detallado al narrar los episodios de la conquista. Es capaz de mencionar las cantidades aproximadas de guerreros enemigos que enfrentaban en cada batalla, además de ofrecer buenas descripciones de las ciudades que fueron conociendo y de los diálogos que se dieron entre algunos grandes personajes.
En algunos pasajes resulta cansada la lectura debido a la redacción (en el español del siglo XVI), sin embargo, el libro resulta indispensable para realmente conmemorar el Bicentenario, conociendo los orígenes de nuestra identidad.
Ficha técnica:
Autor: DÍAZ del Castillo, Bernal
Título: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España
Primera edición
Editorial: Editorial del Valle de México
1976.
835 pp. en dos tomos.
La edición está agotada, pero pueden conseguirse otras ediciones en menos de 200 pesos.